martes
atardecer
el camino de la arboleda bajo el cielo desnudo. el silencio.
el aroma de los eucaliptos, mi mano aferrada a su mano.
la hierba verde, excedida, prendida en la corteza, desbordando la calle.
la belleza ahí, siempre presente.
una inexplicable plenitud del sol en el atardecer
mi voz lenta, suave, quebrada. sin poder terminar ninguna frase
mi cuerpo demasiado visible bajo mi vestido.
sus ojos oscuros donde el sentido se pierde.
la hilera de árboles cae derribada detrás de su espalda.
las palabras se extinguen.
apenas se escuchan los gemidos más secretos del atardecer.
el cielo se cubre. llueve. y otras tormentas estallan.
después la brisa fresca con olor a lluvia.
apoyo mi cabeza sobre su corazón y vuelvo a mirar el cielo.
comienza a oscurecerse con un movimiento casi imperceptible.
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No sé si es romántico o tormentoso, pero me ha movido.Saludos!
ResponderEliminarDaría mi corazón por apoyar la cabeza sobre un corazón...hermoso.
ResponderEliminarrelaciones sexuales en plena naturaleza, genial
ResponderEliminarbeso
LINDO!!!
ResponderEliminarEMOCIONANTE!!!!!
He terminado de leerlo unas cuantas veces, y un estremecimiento me ha recorrido. Anhelo recorrer el sendero de los amantes tan bien dibujado por ti.
ResponderEliminarUna delicia para empezar mi día. Gracias Ana. Un beso
Mmmmmmmmmhhh cuántos hombres sensibles, tormentosos, apasionados firmando este blog, el de la poeta más precisa y profunda de todos los tiempos.
ResponderEliminarCelebro esta comunión de almas que esperan ansiosas las palabras de Ana.
¿Qué habrá entre los árboles y tú?
ResponderEliminarGenial Anita. Eres auténtica y un crack!
Besos.
la belleza, la plenitud, la pérdida de sentido, la tempestad, la falta de palabras, el olor a lluvia...qué bien describís el amor, hermana mía!
ResponderEliminarme encantó este delicado desborde de pasión...
La belleza de lo que se ama ...
ResponderEliminares irresistible.