domingo

cuando el amor

quisiera volver a nacer
en el rumor cansado de los paraísos tenues,
bajo aquel lento transitar del cielo
o sobre el puente del querido río
donde amanecía la vida en gestos cotidianos:
la transida música del viento,
los médanos desamparados,
el holocausto de estrellas sobre la llanura,
aquella dulce tristeza de calle que termina.

quisiera que ellos volvieran a imaginarme,
a concebirme  grácil, pequeña, de ojos negros.

que él volviera a soñarme con  corazón de pájaro
y que ella eligiera una palabra para nombrarme.  

quisiera que volvieran a inventarme
en el suave arrullo del amparo,
en  aquel  íntimo destello,
a la luz de la lámpara del infatigable amor.