que dibujen soles los pájaros
que anidan tu pecho.
que el tierno misterio de tus manos
acaricie estrellas en la palabra “umbrío”.
que una suave brisa cobije tu sombra,
ampare tu espalda, te envuelva de luz.
que nunca se duerma ese tango
que baila en tu voz.
que jamás naufraguen los barcos
que alumbran tus ojos
y que siempre haya una musiquita
entre el amor y tu alma.