domingo

volver a casa 

(cuando alguien muere
queda su foto  en algún retrato sobre un escritorio,
sobre un pequeño mueble,
queda una foto colgada en un costado del cielo
quieta, sin gestos
con los ojos opacos clavados en algún recuerdo.
cuando una casa muere,
mueren con ella “las flores las fuentes los jardines los recuerdos”
y la esplendente posibilidad de abrir de par en par el alma )



volver a casa.
a  esta casa de cristal, querida mía,
anfitriona  de pequeños ángeles.
a esta casa de espuma contigua a un  baldío
lindante a un cementerio de autos oxidados,
chatarra tornasolada.

volver.

abrir ventanas
dejar entrar aquel soplo de súbito perfume
aquella hilera de velitas encendidas,
y el coro estridente del feliz cumpleaños.
el dulce desencuentro de las puertas giratorias.
la lluvia que lavaba las huellas del miedo.

volver.

abrir las puertas
dejar entrar  aquellas tardes
en las que  Prévert me enseñaba  a dibujar un pájaro
 y mi sangre bullía en el cauce del río,
en el espejismo de los árboles atiborrados de naranjas,
en el irreverente gemido del primer deseo.