todo es tan frágil, tan tenue,
ese destello breve, esa luz,
se evapora en sombras.
muere de amor, a veces,
en los graffitis insolentes de los baldíos.
crímenes superfluos,
golpes certeros a la inocencia,
a la débil llama de una
lámpara.
todo es tan leve,
tan esplendoroso y manso
que es difícil resultar ilesos,
no lastimar el cielo,
cuando la burda lascivia
de algún cuervo
roza la dulce claridad del alma.
entonces, aquel paraíso tiernamente clandestino,
nuestro abrazo, su perfume,
la íntima y sutil manera de encontrarnos,
comarca incorruptible de pájaros y flores,
intenta un grito que ahoga el corazón,
que nadie oye,y desaparece en el umbral del viento.
abril de 2014