domingo
donde nacen mis alas
el camino de álamos tiembla detrás de mi sombra.
a un costado, mi equipaje de flores silvestres
incrustadas en la débil desnudez de mi memoria.
primero comienza a delinearse la distancia
(después la tristeza)
en el estanque de agua quieta la lluvia nombra el miedo,
una amenaza acecha de invierno mi paisaje,
se impone, persistente, la penumbra detrás de la persiana
y el silencio es el ruido de un cristal rompiéndose
-dolor de nube desgarrada en el cielo de marzo-
no hay sol.
ninguna estrella que indique la salida.
ninguna palabra que nombre el reverso de mi alma.
hay sí, una melodía doliente contra el muro:
hiedra que crece en la ventana donde nacen mis alas.
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hermoso... como siempre, compañera bloggera.
ResponderEliminarBesos
¡Cuánta tristeza para un domingo lluvioso de marzo!
ResponderEliminarMuy emotivo.
Un abrazo
¡Cómo hiere esa imagen del silencio como cristales rompiéndose!
ResponderEliminarMuy bello poema. Me quedo con ese verso en particular.
Un abrazo
"ninguna palabra que nombre el reverso de mi alma"
ResponderEliminarAy Ana! con que destreza tejes tus poemas, cuánta imagen certera...
Gracias por compartir los lados de tu alma aquí, aunque algunos no tengan la palabra que los nombre.
Besos
Es que el dolor es un paisaje sin encanto,
ResponderEliminarno ofrece más que sombras de las sombras,
sin lugar para el sol o las estrellas.
Están tus alas,
siempre estuvieron,
sólo que ahora están plegadas
pero ya despunta el día de tu vuelo.
Es precioso, Anaquerida, te abrazo con el alma!
Besos del relito
Qué hermoso hermAna mía! Qué lindo es poder ver tu alma en cada escrito tuyo...
ResponderEliminarTe dije que te quiero?
Ana, tus alas son inmensas en los planeos del corazón y las pliegas con maestría en los picados como lo hiciera el bueno de Juan Salvador Gaviota; ¡la vida tiene tantos desconsuelos! que a veces nos cuesta despegar del suelo por el que se "arrastran" nuestros pasos... el tesoro de Ítaca está en lo que el camino enseña a pesar de que algunas enseñanzas nos laceran sin compasión alguna; hay pasos que pesan y que cuestan porque arrastan los barros que se fraguan en los baches de la vida, pero el peso fortalece nuestros músculos, también los del corazón, y un día, seguro que cercano, después de mucho practicar, sentiremos livianos esos pasos y como hij@s de Ave Fénix levantaremos el vuelo para, después de volar un ratito, posarnos en las cumbres de ese paisaje que llevamos impreso en lo más profundo de nuestra alma.
ResponderEliminarEscribiste un magnífico poema.... lleno de melancolía y también de la esperanza que hay en las alas que crecen...
Besos.
"arrastran los barros" quise escribir
ResponderEliminarNinguna hiedra ha de crecer más alto que el impulso que tus alas puedan dar... deja el barro secar... y recompuesta agita de nuevo esa ilusión que es...soñar.
ResponderEliminarCon cariño, esencia.
Querida tocaya, si nacen allí tus alas, aunque estén ahora plegadas y expectantes, aunque temas que se lastimen con ese silencio de cristales rotos, esa ventana, siempre será un lugar hermoso e importante.
ResponderEliminarBicos
Olvidé lo más importante: ¡hermosísimo!.
ResponderEliminartus alas se transforman en palabras. revelando la vida secreta del sentimiento en el cielo de marzo.
ResponderEliminarEn ese cielo donde se escriben tus poemas.
hermoso ana.
beso,
me inclino,maestra
ResponderEliminarmil besos*(desde donde crece la hiedra)
Andreico: ¡Qué alegría me da verte por acá! ¿Cómo está ese maravilloso paisaje de tu tierra? Me imagino que pintado de sol y de esperanza como siempre.
ResponderEliminarBesos, querido amigo. Gracias por pasar.
Eva: es que a veces nos gana la tristeza. Se nos mete a empujones en la casa y cuesta sacarla. Pero por suerte, tengo la compañía de "mi Eva redentora" y entonces todo es más fácil.
ResponderEliminarBesitos.
Viviana: Bienvenida a mi lugarcito.
ResponderEliminarSuele pasar eso ¿no? no sólo hiere los oídos ese ruido en el silencio, sino que también hiere la mirada y se vuelve dolor en nuestros ojos.
Gracias por dejarme tu abrazo. Hace muy bien.
muy lindo, profundo, con sentimientos delineados e imagenes preciosas
ResponderEliminarbesitos!
Quique: son mucho mas certeros tus árboles que alcanzan el cielo. Y gracias a vos por acompañar este costadito de mi alma, siempre con tanto cariño.
ResponderEliminarbesos
RELito: mis alas esperan el tierno impulso de la brisa de tu mar para emprender el vuelo.
ResponderEliminarY no importa si no hay sol si me abriga el abrazo de tu alma.
Besos de l'negrita
Maríabonita: pero si vos ves mi alma cada atardecer en Italo!
ResponderEliminarNo sé si me lo dijiste...pero yo tengo algo para decirte...y hasta por acá te lo digo ¡arreglá el teléfono!!!!!
te adoro marulina
Impersonem: siempre tan hermoso y profundo tu comentario. Es verdad es ese el sentido de la vida, esa peripecia enfrentando obstáculos hasta llegar a nuestra Ítaca ("de hermosos atardeceres"). Un viaje de regreso hacia nuestro propio corazón para devolverle en un soplo la fuerza que sus alas necesitan. Gracias querido amigo. Me encanta que vengas. Un abrazo.
ResponderEliminarImpersonem 2: lo bueno de la conversación escrita es que nos entendemos igual aunque los dedos toquen otra letra :). Gracias 2!!!!
ResponderEliminarEsencia: tal vez en tu precioso comentario esté justamente la "esencia" de mi texto. Bienvenida! Me gusta mucho teenrte acá conmigo y prometo no dejar de soñar jamás.
ResponderEliminarBesos
Fonsilleda: Si, Anita...esa ventana es mi esperanza y la luz que se reinventa en cada intento de vuelo. Es el lugarcito más añorado de mi alma.
ResponderEliminarMe hace muy bien tu compañía.
Muchso besos.
Fonsilleda 2: hermosísimo es tenerte por acá.
ResponderEliminarMas besos.
Sereno de los Faros: que lindo cuando las palabras se convierten en nuestras propias alas. Creo que nuestra tarea (la de los que amamos escribir)es inventar un cielo dispuesto al vuelo.
ResponderEliminarCuánto hace que no te veía!! Besos
Ra-yu: No me digas asi que me da mucha vergüenza!!!! De todas maneras te digo que veo tu manito y una tiza azul que asoma entre la hiedra dibujandome el camino del encuentro.
ResponderEliminarte abrazo fuerte
Juancito: La gente linda como vos hace que intentar el vuelo sea posible.
ResponderEliminarMe gusta mucho que seas mi amigo
besitos
Muy linda entrada. Tú siempre tan inspirada xD
ResponderEliminarsaluditos
dtb
Kiri: cómo se alegra mi corazón cuando te ve por acá.
ResponderEliminarBesos, lucecita
Con la distancia siempre llega la tristeza. Aunque lo que querramos es irnos de ella!
ResponderEliminarUn beso
Marcelo: si...creo que al momento de escribir uno encuentra en la palabra distancia el sinónimo de tristeza y en nuestras vivencias la tristeza está siempre habitada por distancia.
ResponderEliminarUn beso y gracias por estar siempre, por no ser parte de la distancia.
Precioso, hiedra que crece para entrar por las ventanas, decía una copla.
ResponderEliminarSaluds
El Pinto: si...a veces hiedra que ampara, otras veces hiedra que encierra.
ResponderEliminarSaludos, gracias por venir.
Bonitas Palabras, me gusta tu blog.
ResponderEliminarTe sigo, salu2
Ismael: Muchas gracias por tu calidez. me gsuta que me hagas compañía.
ResponderEliminarSalu (dos)
Qué bien sienta sentir tu alma (tan linda) aquí cerquita.
ResponderEliminarUn beso, amor.
Que preciosidad de poema. Un placer pasar por tu espacio.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.
Paquito: que alegría!!!!! Este lugar extrañaba las alitas de su angel de la guarda. Sé que estás, claro...pero es hermoso cuando dejás tu amparo por aquí.
ResponderEliminarMil besitos, angelito.
La sonrisa...: Preciosa es tu compañía que me hace tanto bien.
ResponderEliminarSe iluminó el día con tu "sonrisa".
Un abrazo fuerte.
HOLA, BONITA. ESTOY MIRANDO TU BLOG. BUEN POEMA. FELICITO AL AUTOR/A. TE INVITO A Q ME VISITES EN "VERSOS NEGROS". SIGO MIRANDO Y TE CUENTO. BESO.
ResponderEliminarJosé: Hola! Bienvenido a mi pequeño país. Gracias por felicitarme, el autor/ra de todos los textos de este blog soy yo :). Estuve recorriendo "Versos negros" y me encantó. Volveré pronto para dejar mis pasitos marcados.
ResponderEliminarUn beso.
Me gustó el poema y sobre todo la primera y la última frase. En la oficina con ventanas largas que tenía en La Haya en primavera la hiedra cubría más y más la ventana al lado de mi escritorio dándome la sensación de que la naturaleza me invadía y llevaba a otros mundos. Asocio los caminos de álamos con el campo chileno donde vivía y el campo holandés donde vivía. Pero por aquí cerca hay también un camino de álamos, pasando el puente blanco.
ResponderEliminarUn beso
Giovani: es que en cada lugar que habitamos siempre nos ampara un camino de álamos y hasta logro divisar, muchas veces, dentro de mi alma ese puente blanco imaginario que nos une a los dos en las vivencias y en el tiempo. Y es verdad...las hiedras cubren las ventanas y algunas veces nos encierran en mundos desconocidos.
ResponderEliminarUn beso que cruza el puente blanco.
Interesante.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Completamente...(yo por las dudas no lo digo): aunque cada uno se llama como más le gusta :)
ResponderEliminarGracias por venir a saludarme, me encantó!
Hay necesidad de conservar en secreto los accesos, y proteger los huecos... sólo a los escogidos permitiremos la entrada ¿verdad?
ResponderEliminarAllí te espero.
Vuela el sentimiento.
Con tu ayuda, vuelo yo también mi dulce amiga entre la pradera y el mar.
ResponderEliminarEstoy encantado con tu blog, maravillosa poesía, que revela el reverso de un alma luminosa.
ResponderEliminarGracias por tomarte el tiempo de leer mi blog, prometo pasar cada vez que tenga tiempo, vale la pena.
Salu2 cordiales.
Alas de alto vuelo, las tuyas. Amiga te abrazo.
ResponderEliminarPau
Ismael: tu alma brilla, también, entre las sombras.
ResponderEliminarbesos! Te espero.
Pau: Volamos juntas, siempre.
ResponderEliminarAbrazo de oso :)