la tierna indiferencia del mundo,
en esta hora cercana de la noche
-instalada contra toda esperanza -
es un poco más cruel.
la serenidad aparente del atardecer pide una tregua,
una burbuja donde escapar de su condena.
detrás de la ventana: Alicia en su país
un grito desmedido.
el primer aullido del universo,
aquel que le devuelve la imagen en su espejo
- la hoja de un cuchillo donde se mira por última vez-
algo intenta arrebatarla de la luz, detrás de la ventana.
(ella susurra adioses
en su carroza de hojalata con corcel sepia)
franquea el túnel brutal de la indolencia,
atraviesa pantanos de sangre y de carroña,
escapa por el prado desgarrado de su cárcel
-de cara a la pared-
y emprende ese camino a través de la maleza
que atesora, intacto, el desenlace.
sin embargo, una señal de fuego en la otra orilla
le permite, todavía, creer en los milagros:
aquel nombre que escribió en el patio de la infancia,
un destello inocente en las cenizas,
un séquito de pájaros en pleno vuelo.
-instalada contra toda esperanza -
es un poco más cruel.
la serenidad aparente del atardecer pide una tregua,
una burbuja donde escapar de su condena.
detrás de la ventana: Alicia en su país
un grito desmedido.
el primer aullido del universo,
aquel que le devuelve la imagen en su espejo
- la hoja de un cuchillo donde se mira por última vez-
algo intenta arrebatarla de la luz, detrás de la ventana.
(ella susurra adioses
en su carroza de hojalata con corcel sepia)
franquea el túnel brutal de la indolencia,
atraviesa pantanos de sangre y de carroña,
escapa por el prado desgarrado de su cárcel
-de cara a la pared-
y emprende ese camino a través de la maleza
que atesora, intacto, el desenlace.
sin embargo, una señal de fuego en la otra orilla
le permite, todavía, creer en los milagros:
aquel nombre que escribió en el patio de la infancia,
un destello inocente en las cenizas,
un séquito de pájaros en pleno vuelo.
(A mis queridos Yiyì y Relito,
porque me enseñan día a día
que aún en las peores circunstancias
que aún en las peores circunstancias
se puede seguir creyendo en un sueño)
Quien no sabe de milagros está lejos de pensar que ocurran. Nosotros (vos, Yiyita y yo) aprendimos enseguida este juego de barajas de la vida que tiene oros, espadas, copas y garrotes. Y nadie muere,nuestro hermano Hamlet Lima Quintana decía no temerle a la "muerte ritual" porque prometía volver "repartido en el aire, siempre".
ResponderEliminarNo tenemos la fortaleza de comprender la frase "mirad los lirios del campo", pero los vemos y aspiramos a tener la dignidad de ellos.
Anaquerida muchas gracias.
En este mundo inhóspito en el que habitamos cada uno de nuestros pasos es ya un milagro... es la fe en nuestras fuerzas la que nos permite realizarlos... esa fe nunca debemos perderla y jamás debemos dejar que nos la arrebaten... mientras la tengamos, aunque caigamos mil veces mil veces nos levantaremos, aunque nos venzan mil veces seguiremos creyendo en la victoria... seremos Ave Fénix que una y otra vez resurge para seguir "haciendo camino al andar" (o al volar)...
ResponderEliminar...tal vez nos tengamos que convencer de que mañana será un gran día para alcanzar todo lo que hoy hemos soñado...
Besos.
Anita, tus palabras hacen magia. Es increìble esta manera de escribir, tan llena de imàgenes, tan clara, tan fascinante, que hace que hasta lo màs terrible en tus textos se vuelva hermoso.
ResponderEliminarNo tengo mucho para decir...sòlo una emociòn que se me anuda en la garganta. Sos un àngel.
Te he visto por mi casa (que será tuya cuando quieras) allende de la mar y me ha emocionado la visita.
ResponderEliminarAhora paso por la tuya, descubierta hace poco y me emocionan esos "gritos y susurros", que me recuerdan a Bergman y a una película que me impactó.
Siempre se puede creer en los milagros, es más, algunas veces no nos queda más opción para continuar. Hay que creer y buscarlos donde se hallen: escribiendo, en los reductos de la memoria, mirando, deseando...
Bicos
ana
ResponderEliminaratravesó
el
espejo*
mil besos************
QueridoRELito: me quedé en silencio despues de publicar este texto, como estuve en silencio también los días anteriores tratando de encontrar, de ordenar, de gritar o susurrar estas palabras que me dictaba el corazón, aunque sabía que no era mi corazón el que hablaba, lo supe aquel atardecer en el que el cielo se volvía hostil, cuando la ví a Yiyí saludarme desde la ventana. En ese instante me pareció sentir toda la inclemencia del destino acompañada en este caso por la indiferencia, la desidia del sistema. Por eso este texto. Para vos y para ella.
ResponderEliminarNo soy yo quien grita aquí, ni quien se rebela en pos de un sueño.
Sólo agradezco a la vida nuestro encuentro. Y esta gracia maravillosa, esta señal luminosa en medio del camino que son ustedes dos -preciosas almas en vuelo- que me enseñan día a día que aún en medio de la oscuridad del mundo, siempre es posible creer en los sueños.
Impersonem: creo que la verdadera fe sólo es posible en las almas nobles, la fortaleza del corazón está sin dudas ligada a la intensidad con que se vive cada instante, aún en las peores circunstancias y en muchos casos es ese sueño, esa ilusión por la que se lucha la que nos mantiene vivos.
ResponderEliminarGracias por tu calidez y tu comprensión.
Es un verdadero amparo que pases por acá. Besos.
Si la vida es un momento la suma de todas las vidas de este mundo crea el sueño de la eternidad. Qué suerte haber coincidido en un instante Yiyita vos y yo, las almás buenas no se mueren, transcurren para siempre.
ResponderEliminarUn saludo en la ventana, muchas gracias nuevamente.
Mi hermanita querida: magia, verdadera magia, fue esa que ocurrió con papá ¿te acordás?...las circunstancias eran parecidas, nosotras lo acompañabamos y él tuvo un sueño (el monederito con mostacillas, las burbujas de colores y bueno...ya sabés...esa noviecita que había tenido a los 17, ese sueño que la muerte había truncado en plena juventud...)entonces ocurrió el milagro tambien por la fuerza del amor.
ResponderEliminarSé que te emociona hermanita, que estás conmigo y que el amor inmenso que compartimos es tambien un verdadero milagro
Fonsilleda: claro que estuve por tu casa y me quedé ahí en un rinconcito para hacerte compañía cada vez que haga falta. Me encantaron tus relatos evocadores, esa hermosa manía de recordar la vida y escribirla. Gracias por compartir tus recuerdos queridos.
ResponderEliminarGritos y susurros es la película de mi vida y Bergman es mi director de cine más querido. No elegí el título por casualidad. Tiene que ver con lo que siento.
El milagro de la vida hace tambien que encuentre gente de tu sensibilidad y calidéz. Muchos bicos :)
Ra-yu:
ResponderEliminarojalá
lo
haya
logrado*
besos, amiga querida
Relito: en realidad eso que vos sabes decir tan bien "las almas buenas no se mueren, transcurren para siempre" es lo que quise gritar o susurrar en este texto, transcurren para siempre a pesar de todas las sombras.
ResponderEliminarTranscurren para siempre como trascurriremos nosotros aún despues del despues.
Te quiero hasat el cielo
Sigue cabalgando con fuerza Anita ... y RES-PI-RA! De vez en cuando dibuja un corazón con tu vaho en el cristal, esboza una sonrisa ... lo ves? Ya estás más cerca de la orilla, allí estoy yo con mi chistera! Muacc
ResponderEliminarMelita: Si! te veo haditacumpledeseos. Y tu lucecita, allá del otro lado, me guía y me acompaña.
ResponderEliminarY RES-PI-RO el aire de tu cielo que me cuida.
Besossssssss
Me gusta esa 'señal de fuego en la otra orilla'. Y me intriga la 'tierna' indiferencia del mundo...
ResponderEliminarLos sueños siempre se presentan, la cuestión es de cuidarlos y realizarlos si es posible. A veces más es posible que uno piensa.
Besos
Giovanni: ¿no sentiste nunca esa aparente paz, esa dulce indiferencia del mundo que te rodea? Es muy sutil, suele pasar casi desapercibida, sin embargo creo que es un instante de plena soledad.
ResponderEliminarY es verdad lo que decís, los grandes sueños no se realizan, no por imposibilidad, si no por temor. Lo sé y me ocurre...pero no puedo vencer el miedo.
Besos, querido amigo.
Ana: sí, conozco esa aparente paz y la describes muy bien. Dulce, dolce, la vita è dura, pero suave al stesso momento. Il italiano siempre surge cuando canto las palabras, como el mirlo canta su amor. Y cuando el canto se calla, y sólo está 'esa dulce indiferencia', llega la plena soledad.
ResponderEliminarLa plena soledad no es mala como experiencia, pero no tiene que durar demasiado tiempo. Es posible vencer el miedo, pero siempre vuelve, así lo siento yo por lo menos.
Besos, amiga
Te amo hermAnita...♥
ResponderEliminar:(
Giovanni: gracias amigo por tu hermosa presencia en este espacio.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Pequeñamía: ♥
ResponderEliminarWowww, Magnífica post y blog!!!
ResponderEliminarhttp://balapertotarreu.blogspot.com
Frank
Frank: estuve recorriendo tu espacio y me quedé encantada con las imágenes que retenés para siempre del universo que nos cobija.
ResponderEliminarGracias por dejar tu huella aquí y bienvenido.
que lindo anita! muy bueno
ResponderEliminarfui a ver la nueva de Alicia al cine, pero no me gustó...
besitos!
Juancito: gracias por tu hermosa compañía, siempre.
ResponderEliminarbesitos
ana me encanta leerte besos
ResponderEliminarQué manera más sensible, concreta y fantástica de decir muchas cosas. Seguro amiga, la única batalla que se pierde, es la que se abandona. Arriba! besos. Pau.
ResponderEliminarCarlos: bienvenido y muchas gracias por leerme.
ResponderEliminarbesos.
Paulita: te quiero mucho. gracias por estar siempre.
ResponderEliminar"...sin embargo, una señal de fuego en la otra orilla
ResponderEliminarle permite, todavía, creer en los milagros:
aquel nombre que escribió en el patio de la infancia,
un destello inocente en las cenizas,
un séquito de pájaros en pleno vuelo."
Curas... Anita. Gracias!
Ojalá, mi Cristalita...ojalá!!
ResponderEliminarMil besos