lunes

cautiva


buenos aires renueva sus ventanas inútiles
-no hablo para nadie-
un diluvio sacude el desamparo,
el mar se derrama en mi lámpara,
se incendia la casa.
mi niña cautiva baila como "una caricia girando en el viento"
y las luces se encienden.

un desconocido profana relojes en las paredes
aturde el deseo de vivir, desgarra la mañana,
atraviesa las flores como una sombra

(mi cuerpo sueña con un vestido de estrellas
mientras él cuelga del cielo, como un pájaro perdido)