quedó atrapada en un retrato de años y de bruma,
un débil resplandor entre los árboles,
una imagen perpetua parecida a la muerte de la poesía.
detenida en el tiempo de la pradera tenue
-pequeños pies alados-
corre detrás de un cardo cómplice del viento,
dibuja los colores del mar con un fervor sagrado,
brilla como un sol en el espejo frío de la madrugada
pero un puñado de cenizas en busca del destino
la exilia de su comarca de ríos y de pájaros
a veces creo que están desalojándome de ella,
de sus ojos enormes abiertos al asombro,
de su mohín de sonrisa -dos hoyuelos a punto de danzar-
de su voz nombrándome:
una canción en medio de la calle donde la vida gira
un débil resplandor entre los árboles,
una imagen perpetua parecida a la muerte de la poesía.
detenida en el tiempo de la pradera tenue
-pequeños pies alados-
corre detrás de un cardo cómplice del viento,
dibuja los colores del mar con un fervor sagrado,
brilla como un sol en el espejo frío de la madrugada
pero un puñado de cenizas en busca del destino
la exilia de su comarca de ríos y de pájaros
a veces creo que están desalojándome de ella,
de sus ojos enormes abiertos al asombro,
de su mohín de sonrisa -dos hoyuelos a punto de danzar-
de su voz nombrándome:
una canción en medio de la calle donde la vida gira
(todavía)
Creo que hay un patio de nosotros cuando fuimos niños en escuelas de provincia o en barrios del antiguo Buenos Aires. Ya no tenemos galletitas Manon en el bolsillo, ni nuestros viejos cuando eran altísimos, ni la emoción de Reyes Magos, ni aquel perro querido. Pero no perdimos la virtud de ir de vez en cuando a visitarlos: Anita, el Relito, pibes queridos :)
ResponderEliminarUn abrazo enorme, Negrita, de todo corazón!
Es imposible impedir que las cenizas que buscan nuestro destino nos desalojen de los retratos de años y de brumas.
ResponderEliminarLo que creo que es muy importante es no olvidar ni perder esos retratos.
Abrazos.
D.L.
Podrán los años cambiar la fisonomía, pero el alma carece de huellas, en ella siempre habitará esa chica de ojos enormes y de hoyuelos a punto de danzar.
ResponderEliminarUn beso.
Podran cambiar algunas cosas con el tiempo, pero siempre, o en algun momento volvemos a ese lugar, a esa niñez que nos dió los dias mas bellos!
ResponderEliminarEsos pies alados aún a veces nos llevan a donde deseamos!
Te abrazo Ana!
Jamás podrán desalojarte Anita hermosa, jamás!!
ResponderEliminarMe gusta leerte, Ana y seguiré haciéndolo...
ResponderEliminarBesos
Con semejante elocuencia y candidez, no creo que puedan separte de nadie - ni de nada-con facilidad.
ResponderEliminar¿Dónde ir, sino al sitio donde en cuerpo, en espíritu se es feliz?
Las palabras,muchas veces, son un puente para llegar allí, a donde pertenecemos.
Seguí mostrando, despejando, tendiendo el camino.
Muchos Besos.
Resulta que últimamente me siento falto de imaginación y me siento frágil. Me encantaría ser capaz como de expresar con palabras lo que pienso, pero no consigo unir más de 3 seguidas.
ResponderEliminarGracias por tu belleza.
Besos enormes
Ana, amiga. Este texto es para vos porque me salió algo poético y para que ninguna de nosotras se apague, aunque para eso debamos sacar lo peor de nosotras...
ResponderEliminarBEIGE
Odio el beige. Insulso. No es pasión como el rojo, el de la sangre, que corre, lastima, la que se seca y se gangrena. Es viva aún muerta.
Me enferman sus convicciones tibias. Llevarse bien con el que es y el que no. El beige infame, a nada se opone.
Es apariencia. Indefinible. Contrastable con el mundo. Atónito. El beige no grita. No pelea. No se enfrenta.
Odio el beige porque unifica. Aplana la medida de las cosas, lima lo que despunta, al que se asoma.
El beige de las casas se apropia del sol. Cuando el blanco, bondadoso, lo refleja. Y el negro lo niega, sincero.
Odio el beige que le gana lugar a lo vibrante, a la energía que transita donde sea. A vivir.
Es miserable. Ingrato. Arrogante. Se extiende por debajo, sigiloso. Se mezcla.
Un amasijo en la paleta. Odio el beige.
Creo que, Aniña querida, si no queremos, nadie podrá nunca desposeernos de aquello que fuimos y amamos.
ResponderEliminarSomos quizá otra cosa o el producto y la suma de muchas "aquellas", pero no importa, ahí siguen los hoyuelos ahí esos pies danzarines, ahí todavía, tras las matas, la ilusión.
Bicos.
Uff... Que hermoso esto, me recuerda mi infancia, y pensar que todos tuvimos una de esas :)
ResponderEliminarMe ha gustado todo de esta poesía, esa búsqueda del destino que obliga a alejarnos de quienes somos, y que sin embargo nunca lo consigue, tenes la bendición de tener su voz en la tuya, nombrándote, guardada en un bolsillo de tu corazón.
Aplausos una vez mas, y gracias por seguir compartiendo tus obras maravillosas Ana :)
Salu2 desde California.
nadie puede desalojar a la niña del aire*
ResponderEliminarmil besos >*<
A la niña de los hoyuelos, le regalo todos mis juguetes...si promete volver a reír.
ResponderEliminarCreo que hay un país entero de nosotros con caminos–veredas de Pompeya, por donde alcanzabas las estrellas en compañía de Yiyí (príncipe y princesa en su corcel-triciclo) y como en ese país el tiempo es sólo una palabra, en la vereda de enfrente estaba L’negrita con su vestidito de domingo y los zapatos gastados, esperándolos para tomar la merienda con pastelitos de dulce de membrillo :)
ResponderEliminarUn abrazo ASI DE GRANDE, pero para toda la vida eh!
(y gracias por militar conmigo, siempre tan cerca, en este patio de la poesía )
Claro, Delfín, es verdad, por eso cuando creo que ya no pertenezco a ese retrato, escribo, que es una manera de reinventar aquella imagen.
ResponderEliminarAbrazos!
Hola, Taty, poeta de Chile igual que nuestro querido Pablo.
ResponderEliminarSí, siempre volvemos a esa patria pequeña en la que todo era posible, es muchas veces la única manera de vencer la adversidad.
Un beso. Gracias por al compañía.
Esos pequeños pies descalzos sobre la hierba húmeda me llevaron hasta tu poesía, Carla.
ResponderEliminarGracias por acompañarme. Yo también te abrazo.
...y si me desalojaran sé que encontraría asilo en tus ojos, hermanita querida.
ResponderEliminarY a mi me encanta tu mundo de aromas y sabores, Tuqui. gracias por estar aquí. Un beso.
ResponderEliminarSí, anónimo Gerardito :), volvamos a ser niños para alcanzar el cielo.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y por tu querida compañía de siempre.
Besos.
DANI, si tus fotos hablan por vos!
ResponderEliminar(cabe todo el cielo en tu "pequeña mirada" )
Besos, gracias por estar aquí.
Querida Gaby, a mi me hace muy bien tu abrazo y tu corazón siempre dispuesto y esa certeza que me regaló la vida: siempre estás conmigo en los momentos difíciles.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Gabyta.
Corramos juntas detrás de esa mata que se lleva el viento, Anita, corramos con alitas en los pies persiguiendo sueños.
ResponderEliminarMuchos, muchos bicos.
Y que hermoso que llegues Ulises, de aquel país pequeño donde todo era posible, con tu corazón de niño y tu mirada inocente rompiendo espejos en la escarcha de la madrugada.
ResponderEliminarGracias por estar conmigo. Un beso.
Es que si la desalojan, conoce de memoria el camino a tu Zigurat, Ra-yu.
ResponderEliminarBesitos.
María Eugenia!!!! ¿entonces no aprendiste? Mirá que si tu nueva amiguita vuelve a sonreir te quedás sin juguetes eh! :)
ResponderEliminarBienvenida, me encanta que estés acá!
Alojarse en recuerdos, reconciliarnos con aquellas imágenes que nos han acompañado siempre. ¿Cardos cómplices del viento? También los he visto.
ResponderEliminarMuy lindo.
Beso
Sí, Horacio, claro que viste esos cardos, también como vos "nací en donde la tierra choca con el cielo y pensaba que el horizonte atesoraba secretos" (eso dice tu perfil, no?)También como a vos el viento me enseñaba canciones y el origen del mundo podía esconderse entre las hojas de los álamos.
ResponderEliminarGracias por tu compañía. Un abrazo.
¡Y qué linda es esa canción, hermanita! No creo que te desalojen de ella, yo te encontré en esa foto ajada, entre los grises. Una parte mía también vive en una foto, y Gogui no se entregará tan fácilmente. Yo se que vos tampoco, porque los niños son obstinados, no se nos quieren ir, aunque el tiempo y el mundo cruel se empeñen en echarlos.
ResponderEliminarAbrazos y aplausos.
No creo que te desalojen. Y además, creo que esa imagen es el nacimiento de tu poesía.
ResponderEliminarUn beso
Uy, Ale,hermanito...me conmueve y reconforta tu visita. Vos sabés que compartimos un angel que siempre nos ampara como si nunca hubiéramos dejado de ser niños.
ResponderEliminarMuchas gracias por el abrazo.
Hola, Marce, es hermoso lo que decís y me encantaría creerlo, algo del mundo habría cambiado.
ResponderEliminarUn beso
hermosoooooooo!!!!!!!!! me encantó
ResponderEliminarpase a saludarte
un abrazo linda,ana
lidia-la escriba
No hay nada atrapado, ni siquiera la imagen en la foto. Está todo en vos, en el aire, en la esencia de la vida y en tu poesía. Es hermoso! Te dejo un abrazo Aniuska querida
ResponderEliminarHay algo desgarrador en el dolerse. Se ve en tus versos bien escritos, los que hablan muy desde adentro. Me encantó, beso
ResponderEliminarDe mi libro "El Lecho Incendiado"
ResponderEliminarDESEO
He querido ser un residente curioso
en el perímetro de tus caderas,
hacer allí mi sitio,
dejarme cobijar por su tibieza,
sus aromas,
su blanda penumbra animal.
Entrar desnudo,
guiado por mis ojos y mis manos,
para que mi destino se llene
con el pausado deleite de tu piel,
esa fuerza con que arrastras el tiempo
y detienes mi corazón
cuando mi cuerpo
se ha alimentado con tu sangre,
esa indiferencia con que triunfas
sobre las basuras del amor
y vuelves a surgir
con el rostro sabio que limpia el pasado
y me deja ser su huésped
a pesar del verbo volátil con que me narro,
a pesar de mi traje de zombie
y mi noche voraz.
anuar bolaños.
Hola, Lidia. Qué linda visita!
ResponderEliminarUn abrazo!
Kiriuska, amigahermosa, nosotras tenemos sueños atrapados en fotos, pero sueños hechos realidad y por eso me hace tan felíz encontarte por aquí.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Hola, Quique. Te extrañaba. Gracias por seguir acompañándome como siempre y estoy muy felíz por lo que me contaste, no hay nada más bello que apostar a la poesía.
ResponderEliminarUn beso!
Gracias, Anuar Bolaños
ResponderEliminarRealmente frágil...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Hoy en mi alma, batían cuatro trencitas doradas y era que junté a dos niñas, para darte una mirada. Tu niña y mi niña, recorren el mismo bosque, sediento de savia y al trepar su sombra arqueada, enderezan la montaña con su magia.
ResponderEliminarLa dulzura y belleza de tu corazón, nos ha abierto una puerta tamaño infancia, donde la oruga madura, siempre vuelve por sus alas. Tu manera de escribír espirales, me deja suspirando.
Besos, amiga querida.
Quien atesora recuerdos de niñez ... conserva un alma generosa, sabe caminar y mirar alrededor con cariño! Tú eres así Anita ... dulce, entrañable ... qué ganas tengo de abrazarte! Muacc
ResponderEliminarProcuremos que siempre habite en nuestro interior esa identidad que algunas fotos quisieron inmortalizar, y a la que el tiempo va queriendo enterrar ayudado por la polución que esconde el mundo que uno va descubriendo a medida que crece.
ResponderEliminarLa nostalgia me ha embargado leyéndote. A veces, es bueno sentir nostalgia, al menos, nos hace parar y reflexionar sobre este mundo de prisas y falsa cordura.
Un beso.
Hola! qué bien viene una sonrisa por acá. Gracias por acompañarme. Un beso.
ResponderEliminarEli, estoy tan contenta de haberte encontrado! Sos mágica, tenés carita de hada y escribís, escribís, escribís...tanto, tanto y tan dulcemente ¿dónde estaba tu puzzle que no lo encontré antes?. Gracias por leer mis posts anteriores y dejar tan lindos comentarios, gracias por esa mención que hacés en tu blog invitando a leer mi lindayfatal, gracias por ser tan linda y tan cálida. Hay momentos en la vida donde aparecen angelitos que ayudan a seguir el camino y este es uno de esos momentos. Gracias de verdad! Un abrazo fuerte!!!
ResponderEliminarQué linda mi hermanita de sueños!!!! Y que esperás para el abrazo Melita? Aquí estoy siempre dispuesta y con el alma agradecida por tu dulce amistad. Muaccccckkkk
ResponderEliminarGivés!!! Es un día mágico...de hadas y Ameliés que cumplen sueños. A mí también me hizo muy bien alejarme de la realidad y acompañarte por tu camino perfumado de ausencia. Me hace muy felíz tenerte aquí también como compañera de este otro camino que nos enciende el alma. Otro beso.
ResponderEliminarvienen esas imagenes de colores mas sencillos.
ResponderEliminaresos momentos pasados que aun entibian,
murmullos de grandes y sonrisas de niños,
espacios secretos que aun se guardan.
Hola, jhony. Qué linda evocación de la infancia e tus palabras. Gracias por acompañarme en este viaje de regreso a mi pequeño país.
ResponderEliminarAh, la preciosa, sus ojos enormes siempre abiertos al asombro escuchando esa canción en medio de la calle...
ResponderEliminarJosé Luis, fotógrafo, dijo en un comentario en mi blog: 'Aprender a escuchar, aprender a mirar, es lo mismo, diferentes sentidos, pero van al mismo lugar.'
Un abrazo
Hola, Giovanni, querido amigo. Es verdad lo que dice José Luis y eso hacemos los que intentamos escribir nuestras sensaciones: aprender a mirar la vida desde otro lugar, a escuchar el sonido del alma.
ResponderEliminarUn super abrazo!
Exquisito!
ResponderEliminarGira y girará, nunca se extinguirá la llama en el alma de esa niña.
ResponderEliminarY en todo caso, espérame... en nuestra pradera ¿sí?
Te quiero.
Bienvenida Anabela!
ResponderEliminarGracias por tu compañía.
Esta niña te esperaba Cristalita, sabía que ibas a llegar con tu perfume a florcitas silvestres y el cielo en los bolsillos. Esta anita chiquita te espera en la pradera tenue con los ojitos preparados para el asombro.
ResponderEliminarY yo, Te quiero.
Gracias por TODO, amigamía.
Si exorcismo definitivamente y lo hace bien usted el ritual, tan bien que me pongo a leerla.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Leandro. Creo que "nos vimos" en el blog de Horacio ¿no?
ResponderEliminarMuchas gracias, imagino que usted, desde el castillo convocará al ritual, también. Pronto me tendrá de huesped :)
Lo bueno es que, además de inmortalizar el tiempo en una foto,
ResponderEliminarllevas esa imágen dentro de tu corazón... y eso es lo que más importa: mirar siempre con ojos de niños, con la inocencia de los niños.
Un gusto que me hayas mostrado el sendero para llegar hasta aquí. :)
Besos!
NuiT.*!! que alegría, es que caminamos por el mismo sendero...pero entre tanta gente a veces nos pasamos por alto. Pero ya estamos juntas y celebro eso!
ResponderEliminarMuchso besos.
muy lindo anita, el texto y la foto :)
ResponderEliminarbesitos!
Hola, Juancito. Qué lindo es verte por acá!
ResponderEliminar(mañana sin falta me doy una vueltita por el barrio que debe estar precisoso)
Besitos!
Nadie puede desalojarte de ella, conforma la masa de tu sangre, y brilla por tus ojos.
ResponderEliminarHola, Pilar. Bienvenida a mi pequeño mundo y gracias tus palabras tan cálidas, tan lindas...
ResponderEliminarLa fragilidad es la simpleza del vivir...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
"como un derrumbe de soles en el tiempo
ResponderEliminarse rompían todos los cerrojos"...
tu coraje te permite hablar de sensaciones que muchos se niegan, tu luz interior te permite ver que todo derrumbe es necesario, a veces, para volver a construir.
Escucho una vieja canción francesa, dejemos la mesa del bar por un rato y salgamos a bailar mientras lo imposible es nombrado...
De más está decir que nuestro amigo REL está invitado...
Dejemos que el tiempo pase así, como flameando, mientras escuchamos esta canción...ya que "la vida sin música sería un error".
;)
Imposible desalojarte de tu alma invencible. ¿Notas como aprieto tu mano?.
ResponderEliminarMua! mua, y rqtmuá