en esta letra ligera y trémula mi padre es ahora un hombre errante.
fue su mano, la misma que temblaba entre mis manos como un pájaro herido, la que escribió este incierto amor esta dulce deriva, este dolor que presintió, quizás, su ausencia prematura.
la palidez de estos papeles semeja la sombra de su cuerpo, el resplandor de la arboleda sofocando el aullido de su corazón.
detrás de estas palabras apenas legibles, apenas humanas, las huellas invisibles de mi padre [su desesperanza, su obstinado fervor] incitan la certeza de su tumba.