“Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto"
Alejandra Pizarnick
Alejandra Pizarnick
¡andá a lavarte las manos porque estuviste tocando a Totó! mamá siempre con Totó. siempre con Totó. qué tiene de malo tocar a Totó. ella toca la carne cruda y la cebolla y peor un día que ví que tocaba el hígado que le gusta comer a papá. no se qué es peor si comerlo o tocarlo ¿dónde está el jabón que usa papá? siempre lo esconde tiene un olor distinto. mamá hace cosas peores que tocar a Totó y a ella nadie la manda a lavarse las manos. ya voy mami. ya voy. me gusta este jabón tiene olor feo pero te quedan las manos lisitas. papá tiene las manos grandes. gasta más jabón por eso. no puedo usar este jabón. ¡otra vez lentejas! no me gustan las lentejas. me pongo cerquita de papi. pobre Totó siempre afuera cuando comemos. no podés leer cuando comés. papá no se da cuenta pero yo leo igual. A-MAR-GO-SE-RRA-NO la etiqueta toda rota no puedo leer bien. mejor que estamos de vacaciones. no quiero que me toque de nuevo la señorita Chicha. CAR-QUE-JA – CO-RI-AN-DRO es mala. me dijo lengua de trapo. yo no tengo lengua de trapo. Jerónimo tiene lengua de trapo. mamá le cosió la lengua con la máquina de coser cuando a Totó le dio un ataque de celos y lo destrozó ZAR-ZA-PA-RRI-LLA la señorita Chicha ¡tu padre se piensa que tiene una diosa en la escuela, no sabe quién sos! papá sí sabe quién soy. me quiere papi. esta noche lo llamo cuando mami esté dormida. lo llamo para contarle. IN-CA-YU-YO. quiero decirle lo que pensé cuando estaba en la iglesia. se lo tengo que decir así sabe quién soy. la señorita Chicha no lo quiere a mi papá. se habrá dado cuenta la señorita Chicha que yo pensé eso en la misa. esta noche se lo cuento a papi. PE-PE-RI-NA. cómo le digo papá yo me imaginé a Jesús sin ese trapo que lo tapa sin calzoncillos ni nada. papá yo cerré los ojos y lo ví a Jesús desnudo y pensé que era igual a vos. tenía eso y pensé que vos también tenías eso. BE-BI-DA-SIN-AL-CO-HOL. ahora papi me pela la manzana y si no se corta la cáscara me deja que me quede despierta a la hora de la siesta y me hace el dibujo del barco para que lo pinte. que no se corte. que no se corte. que no se corte
Que bonitas memorias :)
ResponderEliminarbesito
"be-bi-da-es-pi-ri-tuo-sa"...
ResponderEliminar-¿Qué quiere decir eso, papá?
- No sé, preguntale a tu madre
(escriben cosas extrañas en las etiquetas y en las estampitas que pegan con un ramito de trigo detrás de las puertas)
¿Y si pelás la naranja sin que se corte la cáscara y quede como un tireabuzón, la gente se casa este año?
Es un texto delicioso, Anita-chiquitita con Totó y muñequito de lengua de trapo. Adorable, como Ana de ahora.
Besos, muchos...todos
REL
Qué maravilla Anita! Sólo tu alma pura es capaz de traducir tan bien lo que piensa una cabecita inocente! Tan libre de malicia, de malas intenciones, tan llena de ilusiones-temores-culpas-amores. Me encanta esta forma de expresar lo que siente una niñita, me fascina este viaje al país de los recuerdos en el que me embarco cuando te leo.
ResponderEliminarTe quiero mucho mucho mucho.
Soy un eterno buscador de recuerdos en mi memoria. Tu post me hizo sentir muy identificado. Un beso
ResponderEliminar"en el mar de memorias perdidas...hay una amarga perla perdida..."
ResponderEliminarPRECIOSO ESCRITO...disculpame el comentario breve, pero mis ánimos no son los mejores hace ya meses...u_ù
au revoir
De-li-cio-so...♥
ResponderEliminar(que no se corte, que no se corte)
Mil besos desde un riconcito de infancia.♥
Recuerdos del taller. Y de cuánto te quiero y extraño.
ResponderEliminarCUANTOS RECURDOS MEMORABLES Y QUE LLEGAN A TOAR MI NIÑEZ! UN BESOTE. HRMOSOS AMORCITOSTIENES!!!! UN BESOTE Y BUENA SEMANA
ResponderEliminarNo crezcas nunca mi niña. Gracias por esta pequeña maravilla Ana.
ResponderEliminarUn beso.
Que lindo...rsrsrsr besitos
ResponderEliminarMaravillosas memorias Linda.
ResponderEliminarAquí le dicén Totó a otra cosa que también dicen que no se toquen.
Besos
La piel de gallina se me puso por varias cosas: primero, porque hace unos días que no me podía sacar la composición del amargo serrano de la cabeza. Y la otra, porque estoy seguro que mi hija ya piensa cosas como esas. Sólo que no me las dice.
ResponderEliminarUn beso
acà estoy, anita bonita!
ResponderEliminarmuy lindo, muy nostàlgico, dan ganas de abrazar a esa nena chiquita :)
despuès en privado te cuento algo nuevo de mi vida
besitos!!!!
que no se corte!
Miamiga que bella que eres...Muchas gracias por tu visita en mi blog. Besos
ResponderEliminarLas cuestiones de la infancia vistas con los ojos de la infancia en contraste con las costumbres y sistematismos de los mayores.
ResponderEliminarBuena memoria...
Besos.
Me imagino que Totó es un perro ¿verdad?, o es un bicho de trapo con la legua cosida…¡¡me lías!!, bueno pues a mi tampoco me gustan las lentejas, y me las como por aquello de la fibra jajaja.
ResponderEliminarBonito relato y muy bien explicado
Un saludo
Ana, querida amiga. Me transportaste a mi infancia...y a la de muchos que conozco. Que perfecta inocencia! Que lindo ser niño. Por eso guardo a mi niñez en mi corazón...me ayuda a comprender a los demás. Un beso grande para vos, y otro para Totó en tu recuerdo.
ResponderEliminarA mi esposa también la llamaba lengua de trapo su malvada profesora. Vivían ambas en un pueblo de escasos 20 ó 30 habitantes, ahora 8. Tan poca gente y tantas ganas de fastidiar, ¡a una niña! Luego iba a visitar a su madre, y mi esposa le tiraba migas de pan a los zapatos. La profesora se daba cuenta, sacudía los zapatos, pero su madre no la veía.
ResponderEliminarPara la comunión de Juan Luis, el niño aquel tan rellenito, tanto que estaba más bien grueso, más bien gordo, la profesora encargó a mi esposa leer "¿Y qué señas das?". Pero mi esposa no sabía pronunciar la letra Q, o el sonido Ka; decía: "¿y te señas das?". Además, Juan Luis se mareó y se cayó encima de aquella niña, por entonces tan poca cosa, ahora algo mejor que yo, más rellena, físicamente, ya me entiendes, estoy delgado, me lío. Para más inri, ese día tuvo paperas.
A este tipo de gentuza habría que darles un escarmiento. Guay que tu amor por tu padre valiera para superar a esa estúpida, con perdón, si es que alguien puede creer -equivocadamente- que lo merece.
Tenías razón, princesa. Me encanta.
ResponderEliminarTenías razón, princesa. Me encanta.
ResponderEliminarUy! ANA
ResponderEliminarQué hermosuraaa!!! ME ENCANTO!!
Con mis primos, en el campo de mis abuelos, si nos portábamos muuuy bien, nos dejaban quedarnos despiertos para mirar libros o enciclopedias, "solitos"... Una verdadera fiesta...!!! Así empezó mi amor por los libros...
Tu relato es de una gran ternura!
Besotes y que no se corte, que no se corte, que no se corte...!!!
Ani: me he ido de la red. Toda la mejor onda y el deseo que sigas tan loca como hasta ahora.
ResponderEliminarMe encantó conocerte. Te sigo, como siempre.
Besos
Andrés